El inventor estadounidense John Wesley Hyatt, junto con su hermano Isaiah, patentó la primera máquina de moldeo por inyección en 1872. Esta máquina era relativamente simple en comparación con las máquinas en uso hoy en día: funcionaba como una aguja hipodérmica grande, usando un émbolo para inyectar plástico a través de un calentador cilindro en un molde. La industria progresó lentamente a lo largo de los años, produciendo productos como collares, botones y peines para el cabello.
Los químicos alemanes Arthur Eichengrün y Theodore Becker inventaron las primeras formas solubles de acetato de celulosa en 1903, que era mucho menos inflamable que el nitrato de celulosa. Finalmente se puso a disposición en forma de polvo a partir de la cual se moldeó por inyección fácilmente. Arthur Eichengrün desarrolló la primera prensa de moldeo por inyección en 1919. En 1939, Arthur Eichengrün patentó el moldeo por inyección de acetato de celulosa plastificado.
La industria se expandió rápidamente en la década de 1940 porque la Segunda Guerra Mundial creó una gran demanda de productos de bajo costo producidos en masa. En 1946, el inventor estadounidense James Watson Hendry construyó la primera máquina de inyección de tornillo, que permitía un control mucho más preciso sobre la velocidad de inyección y la calidad de los artículos producidos. Esta máquina también permitió que el material se mezclara antes de la inyección, de modo que el plástico de color o reciclado se pudiera agregar al material virgen y mezclar a fondo antes de inyectarlo. Hoy en día, las máquinas de inyección de tornillo representan la gran mayoría de todas las máquinas de inyección. En la década de 1970, Hendry pasó a desarrollar el primer proceso de moldeo por inyección asistido por gas, que permitió la producción de artículos complejos y huecos que se enfriaron rápidamente. Esto mejora enormemente la flexibilidad de diseño, así como la resistencia y el acabado de las piezas fabricadas, al tiempo que reduce el tiempo de producción, el costo, el peso y el desperdicio.
La industria del moldeo por inyección de plástico ha evolucionado a lo largo de los años desde la producción de peines y botones hasta la producción de una amplia gama de productos para muchas industrias, incluidas automotriz, médica, aeroespacial, de consumo, juguetes, plomería, empaques y construcción.